Para iniciar el mes de marzo, hago una pausa para agradecer de corazón a mis clientes, familia y amigos, la oportunidad de coincidir y crecer juntos, aún en el año tan complejo que acabamos de terminar y que incluso en muchos de nosotros dejó huellas muy profundas.
Fue una etapa de retos inéditos, en la que en lo personal me tocó padecer la enfermedad por COVID y que desafortunadamente afectó también a parte de mi familia, colaboradores y amigos. Ruego a Dios por la salud de todos quienes actualmente están luchando por su vida en este momento.
Hoy deseo para todos nosotros MÁS de lo bello y noble en esta vida:
MÁS personas tendiéndote su mano cuando la necesites,
MÁS cenas en casa lejos del WhatsApp del trabajo,
MÁS emociones como la que te da la mirada de un ser querido,
MÁS éxitos profesionales alejados del orgullo y basados en el buen trabajo en equipo y, sobre todo,
MÁS días con el corazón abierto y puesto en la voluntad de nuestro Señor, para reconocer y agradecer todo lo bueno que tenemos.
LÍNEAS FINALES:
A ti que te tomaste el tiempo para leer este mensaje recibe mi sincero compromiso, tanto en lo laboral como en lo personal, de seguir firme a mi filosofía de hacer las cosas bien, esforzándome, con la ayuda de Dios y de mi familia, por ser un mejor esposo, un mejor hijo, un mejor amigo, un mejor profesional y un mejor ser humano.